Zoë Saldaña, Pepe Aguilar y Carlos Vives recibieron el jueves los Premios a la Herencia Hispana durante un emotivo evento que culminó con parte del telón en llamas. No hubo daños mayores ni heridos.
La gala de estos premios, creados por la Casa Blanca en 1987 para conmemorar el mes de la herencia latina en Estados Unidos, transcurrió sin más percances que algunas fallas de sonido hasta que un fragmento del telón se incendió, pero el fuego sólo duró unos segundos. El personal del teatro lo apagó con un extinguidor mientras los últimos asistentes salían de la sala. Posteriormente llegaron los bomberos a evaluar los daños; se desconocía la causa.
Durante la velada Aguilar, quien recibió el honor en la categoría de "Artes", se dirigió al público tanto en inglés como en español para decir que estaba muy contento y que "llevar nuestra cultura es parte importantísima de ser estadounidense".
"Cada vez más y más, las cosas dejan de ser separadas y nos unimos a un crisol multicultural maravilloso. Qué bonito ser latino en 2014", exclamó el astro mexicano vestido de mariachi tras interpretar "Por una mujer bonita". Ha vendido más de 12 millones de discos en sus cuatro décadas de trayectoria.
Carlos Vives, por su parte, dedicó su premio "Leyenda" a todos los latinoamericanos que "se han sentido dueños de mi música, porque todos somos un solo pueblo y eso se siente con más fuerza en Estados Unidos".
El cantautor colombiano, que puso fin a una pausa musical de ocho años al obtener en 2013 tres Latin Grammy con el álbum "Corazón profundo", interpretó la pieza "Volví a nacer" vestido de traje, camisa, corbata y zapatos negros.
Zoë Saldaña, una de las actrices latinas más cotizadas actualmente en Hollywood, dijo que aprendió desde niña que "todos tenemos la responsabilidad de defendernos unos a otros".
"No sólo es importante usar mi plataforma para hablar a nombre de los necesitados, sino también es un deber", agregó la artista de antepasados dominicanos al recibir el premio en su mención "Visión".
Una emotiva audiencia presenció la ceremonia que Edward James Olmos y Judy Reyes moderaron en el Teatro Warner, y que la cadena televisiva PBS transmitirá por primera vez el 29 de septiembre a las 10 p.m. (hora del este).
El acto comenzó con una oración religiosa a nombre de los menores centroamericanos que han llegado a la frontera estadounidense este año sin documentos y sin acompañantes adultos.
Acto seguido, el auditorio se puso de pie para ofrecer una ovación durante varios minutos a cinco miembros del 65 Regimiento de Infantería del ejército estadounidense integrado por puertorriqueños y conocido como "The Borinqueneers" en honor del nombre original taíno de la isla, Borinquén.
El presidente Barack Obama otorgó en junio la Medalla de Oro del Congreso a los puertorriqueños de ese regimiento, el cual participó en ambas guerras mundiales y en la Guerra de Corea.
Uno de los "Borinqueneers", Pablo Burgos, de 85 años, dijo a reporteros antes de la ceremonia que se sentía muy entusiasmado de recibir el galardón porque nunca le habían dado premio alguno.
"Me siento muy halagado porque sufrimos mucho en Corea. Le había pedido a Dios una recompensa y me cumplió", dijo el ebanista natural de Santurce.
También fueron reconocidos el equipo de robótica de la escuela secundaria Carl Hayden de Arizona —el mismo reseñado recientemente en el documental "Underwater Dreams"— con el galardón a la "Educación", y Rubén Hinojosa, congresista demócrata por Texas, con el de "Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas".
El boricua Bernie Williams, exjugador de las Grandes Ligas, recibió el premio en el apartado de "Deportes", y el activista texano Henry R. Muñoz III el de "Liderazgo".
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