Ello originó que las autoridades correspondientes actuaran en consecuencia y un juez la mandó por tres meses a prisión, como medida provisional antes de llevarla a un juicio.
Desde entonces la opinión pública no ha cesado de tocar el tema. Unos la condenan severamente, otros la absuelven, y no faltan los que se se ríen de tal historia.
Sin embargo, uno de los argumentos más ´solido que han salido a relucir es el de que la muchacha no estaba apta para ser madre, y ello trae a colación un nuevo tema: el embarazo adolescente en la República Dominicana.
En República Dominicana una de cada cinco jóvenes de 15 y 19 años ha estado embarazada y de América Latina somos el segundo Estado con mayor proporción de maternidad en estas edades, con 19.7%, según la CEPAL. La cifra deja en evidencia la disfunción con la que desde la década de los 60 se viene implementando la educación sexual, que no solo puede disminuir la cantidad de niñas criando niños.
Fernando de la Rosa, encargado de educación de Profamilia, es claro cuando busca a los culpables de un sistema educativo ineficiente en esta temática: “No hemos tenido políticas públicas comprensivas sobre la importancia de desarrollar programas de educación que integren la sexualidad en las escuelas. No hemos considerado la sexualidad como un tema que debe ser enseñado”.
Estephany Estévez tiene 18 años y su hija uno, lo que quiere decir que salió embarazada a los 17 años, cuando todavía era una adolescente. Su caso no es único, como se ha visto, y ello implica que se debe cuestionar todo el sistema de enseñanza en nuestro país y aun el mismo estado de pobreza que subisiste en la nación, que incide para que jóvenes pobres y muy pobres, que viven dentro de la necesidad y la ignorancia, terminen como madres solteras. Esta joven vivía en uno de los barrios más pobres de Santiago. Pobreza e ignorancia se dan la mano. Y la mayoría de las muchachas que les toca vivir esa realidad salen embarazadas, según las estadísticas.
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